‘Slow Fashion’ o cómo moda y ecología se unen
En 2015 la idea de moda sostenible o slow fashion comenzó a ganar espacio en el sector. Cada vez más empresas y marcas se suben a este barco y las colecciones “verdes” se crean como iniciativas para mejorar las condiciones medioambientales. Para muchos grupos la sostenibilidad se ha convertido en un valioso elemento de comunicación, pero también en una prioridad que afecta a toda la cadena de trabajo.
Si se habla de colecciones, H&M llevó la delantera con el lanzamiento de Conscious Collection, en 2011, una colección que se ha convertido en una línea de continuidad dentro del grupo. Hace dos años, Inditex lazó Join Life y puso en marcha el programa Green to Wear+ en el que aplica un indicador para garantizar que sus productos se han elaborado bajo las condiciones sociales y ambientales adecuadas. Adidas y sus zapatillas hechas con plástico reciclado extraído del mar, fue la acción llevaba a cabo por la compañía en colaboración con Parley for the Oceans en contra de la contaminación del mar.
Según el informe Global Fashion Drivers publicado por el portal modaes.es, “más de un tercio de las mayores empresas de alcance global del sector incorporaron en su estrategia conceptos como el reciclaje, el uso de materiales ecológicos o el control de sus proveedores a través de auditorías en su camino hacia la sostenibilidad”.
Una de las iniciativas más destacadas fue The Social and Labour Converge Project, un proyecto puesto en marcha por dieciocho compañías globales de moda como Inditex, H&M, Gap, Nike, Adidas, PVH, Bestseller, VF y Levi Strauss, que nació con el objetivo de mejorar las condiciones laborales y sociales de la cadena productiva. La mayor organización empresarial de moda sostenible, Sustainable Apparel Coalition (SAC), también ha ido ganando socios con la incorporación de Primark, que se suma a C&A, Puma, Esprit, Guess o Marks&Spencer.