Inbound marketing: las claves de su éxito.
Los consumidores se encuentran expuestos a publicidad a todas horas, alguna más intrusiva que otra, por lo que diferenciarse entre tanta publicidad es complicado. El inbound marketing nos ayuda a crear esta diferenciación con la competencia a través de técnicas de marketing no intrusivas que atraen al cliente, haciendo que sea este el que busque a la marca en vez de al contrario. Es decir, el consumidor se siente atraído por los productos o servicios y es el que inicia la relación con la marca.
Esto se consigue a través de la creación de contenido personalizado para nuestro público objetivo que responda a las necesidades básicas de los clientes. Pero no solo hay que personalizar el contenido al público, sino también hay que adaptarlo al momento en el proceso de compra en el que se encuentren ya que su comportamiento puede variar dependiendo de este.
Etapas de la metodología inbound
Para poder desarrollar una buena estrategia de inbound marketing hay que tener en cuenta sus distintas fases:
- Atraer: La idea del inbound marketing es atraer a aquellos usuarios que tienen más posibilidades en convertirse en consumidores. Esto se consigue, como ya hemos mencionado, con la creación de contenido personalizado para el momento en el que se encuentren.
- Convertir: Una vez atraídos los posibles consumidores, hay que convertirlos en clientes iniciando conversaciones, pero siempre adaptándote a ellos. Una vez hayas contactado con ellos, debes ofrecerle toda la información que necesiten para la toma de la decisión de compra y mantener esta comunicación incluso una vez se haya realizado el proceso de compra.
- Cerrar: Con toda esta información obtenida a través de la consecución de clientes, se crea una base de datos que nos ayudará a personalizar aun más el contenido mostrado a los clientes potenciales.
- Deleitar: La comunicación no termina una vez se ha conseguido el cliente, sino que hay que conservarlo y mantenerlo satisfecho para que vuelva a realizar compras con la marca.